Tengo exactamente una hora de paz. Una hora, sólo para mí, antes de que mis brujitos me expriman otro poco más. Mami ¿vamos a andar en bici?, mami ¿vamos a la pisci?, mami, mami……Ahora están hipnotizados en el sofá. Así que, este es mi rato. Jjjj! Cafetito en mano voy a escribir. ¿Me acompañáis?
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Hoy nos trasladarnos a La Gran Manzana. ¿Os apetece un desayuno típico neoyorquino?
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«En la sencillez está el secreto de lo verdaderamente grande»
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De repente, sentí una presencia. Me giré y unos ojos enormes, me miraban… -¿Son para mí?, ¿Son para mí?-me dijo. -Nooo, contesté yo, intentando disimular. No me engañas mami,- me dijo con su enorme sonrisa. ¡Me encantan mami, me encantan!-repetía mientras me achuchaba…
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«Y la abracé, no con mis brazos. La abracé con todo el tiempo que la había extrañado.» Felicidades mamá.
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Sssss! hablar bajito que, como nos oiga Triki, viene y se las come todas…