PUMPKIN BREAD

«Y te escondiste,

ahí,

entre mis sonrisas…»

 

 

Hace un año exactamente, me encontraba yo, sentada frente a vosotros, escribiéndoos una de mis recetas. Mientras, de fondo, sonaba la música de The Alan Parsons, Eye in the sky.

No en el mismo lugar, pero si haciendo algo parecido, me encuentro ahora.

Una receta distinta. Otra música que suena…

Curiosa la vida…

Hoy, en este día tan desapacible, vamos a hornear un rico Pumpkin bread.

 

INGREDIENTES

Receta adaptada del blog The domestic rebel

• 113 gr mantequilla a temperatura ambiente
• 230 gr de puré de calabaza asada. Peso escurrido
• 2 huevos L
• 170 gr de azúcar moreno
• 210 gr de harina.
• 2 cucharaditas de canela
• 1/2 cucharadita de jengibre en polvo
• 1/4 cucharadita de nuez moscada
• 1/4 cucharadita de clavo en polvo
• 1 cucharadita cucharadita de bicarbonato.
• 1 cucharadita de levadura en polvo
• 1/2 cucharadita de sal

 

Comenzaremos precalentando el horno a 175º con calor arriba y abajo. Prepararemos el molde. He usado un molde rectangular de 20 cm de largo. Lo rociaremos con spray desmoldante. Colocaremos en él, papel de horno. Reservaremos.

Mezclaremos juntos los ingredientes secos: harina, canela, jengibre, nuez, clavo, levadura, bicarbonato y la sal. Reservaremos.

Pondremos en el bol de la batidora la mantequilla a temperatura ambiente y el azúcar. Batiremos hasta que blanquee y aumente de volumen.

 

Mezclaremos a continuación los huevos con el puré de calabaza y lo incorporaremos a la mezcla anterior.

 

Batiremos hasta que esté completamente integrado. Parecerá que la mezcla se corta, pero no hay que preocuparse, al incorporar los secos, se arregla.

Reduciremos la velocidad de la batidora al mínimo e iremos incorporando los secos que teníamos reservados, poco a poco, hasta que estén completamente integrados.

 

Verteremos la mezcla en el molde que teníamos reservado. Daremos un par de golpes sobre un trapo para que las burbujas suban y, después, alisaremos la superficie.

 

 

Hornearemos unos 45 minutos o hasta que, al pincharlo con un palillo, éste salga limpio.

Lo pondremos sobre una rejilla y dejaremos que se temple unos 15 minutos.

A continuación, desmoldaremos y dejaremos que enfríe por completo.

Mientras tanto, prepararemos la crema de queso.

Para ello mezclaremos en un bol el queso crema con 3 o 4 (al gusto) cucharadas de azúcar glas tamizada hasta que obtengamos una crema lisa.

Cuando esté frío, pondremos la crema por encima y listo.

 

¿Música y un trocito? Va a ser que sí, ¿verdad?

Un beso,

Lu 🙂